La Iglesia Católica ha desempeñado un papel fundamental en la educación y la salud en Colombia desde los inicios de la colonización. Durante los siglos XVI y XVII, las comunidades religiosas como los dominicos y los jesuitas fundaron las primeras universidades en el territorio, como la Universidad Santo Tomás y la Pontificia Universidad Javeriana, que aún hoy son referentes académicos.
En todo el país, es común encontrar instituciones educativas de carácter religioso. Los colegios y universidades gestionados por comunidades como los salesianos, dominicos y jesuitas han sido reconocidos por su calidad académica y su énfasis en la formación en valores, ética y religión. Este enfoque, sin embargo, enfrenta cada vez más desafíos en un contexto donde se intenta excluir la enseñanza religiosa de los colegios. A pesar de estas dificultades, muchas de estas instituciones lideran las pruebas de evaluación como el ICFES, destacándose por su excelencia académica.
La Iglesia Católica y la Salud en Colombia
Desde las campañas sanitarias del imperio Español, la Iglesia Católica también ha contribuido significativamente al ámbito de la salud. Los primeros hospitales del país, como San Juan de Dios, San Rafael, San José y San Carlos, fueron fundados, dirigidos y atendidos por comunidades religiosas. Estas instituciones no solo ofrecían atención médica, sino también cuidado espiritual y dignidad a los pacientes, especialmente en momentos de crisis.
Un ejemplo notable fue la atención brindada durante la epidemia de lepra a finales del siglo XIX y principios del XX. En municipios como Contratación (Santander) y Agua de Dios (Cundinamarca), los pacientes eran segregados de la sociedad, considerados prácticamente como desechos humanos. Allí, la Iglesia Católica, a través de la comunidad salesiana y religiosas, no solo se encargó de atender las heridas físicas, sino de devolverles la dignidad a los enfermos. Esta labor solidaria marcó un hito en la historia de la salud pública en Colombia.
Hoy sabemos que la lepra tiene tratamiento y no es contagiosa, pero en estos municipios aún se preservan centros especializados, con la Iglesia manteniendo su apoyo activo.
Acompañamiento Espiritual y Psicosocial
Actualmente, la Iglesia continúa desempeñando un papel crucial en el acompañamiento espiritual y psicosocial de pacientes y sus familias. A través de la Pastoral de la Salud, equipos compuestos por sacerdotes, religiosas y laicos capacitados brindan apoyo humanizado en hospitales y hogares. Este servicio no solo alivia el sufrimiento físico, sino que también fortalece el espíritu en momentos de vulnerabilidad.
Durante la pandemia del COVID-19, la Iglesia Católica permaneció en acción, adaptándose a las medidas sanitarias mientras seguía ayudando a pacientes y comunidades afectadas. En medio de la crisis, la Iglesia demostró su capacidad de resiliencia y compromiso, ofreciendo no solo apoyo espiritual, sino también ayuda material a quienes más lo necesitaron.
Un Desafío Constante
La misión de la Iglesia Católica enfrenta hoy grandes retos en un país donde su labor es frecuentemente cuestionada. Sin embargo, mientras la institución exista, seguirá siendo un pilar en la construcción de una sociedad más justa, ofreciendo educación, salud y esperanza a quienes más lo necesitan.